Gracias Sulla.
En realidad, el embrollo está en la dificultad que ofrecen ciertas acepciones. Cuando un anglosajón habla en jerga, por ejemplo, un traductor se puede perder y mal interpretar una palabra. Y eso le pasa a cualquiera. Lo mismo diría, en el caso de Praline, que no sabía qué palabra utilizar para una acepción... hablar en algo que se parece a fabla coloquial es algo delicado, si se trata de interpretar esa voz en otro idioma, como el español. Yo tenía una amiga que solía traducir voces en inglés y descubrió que en Estados Unidos había un montón de gente que hablaba en jerga. Pero lo curioso es que esa jerga constaba en una mezcla de palabras, giros y modismos tomados del inglés y del francés, y a veces de ambas. Es lo que pasó en el Perú con el castellano y el quechua. Y había palabras que mi amiga no podía entender en inglés... yo le sugerí que busque su significado en francés, y luego la traduzca al inglés. Así de simple. Le funcionó.
Sí, pues, cuentazo; la verdad no entiendo toda esa campaña que hicieron, invitando a la gente a una reunión "introductoria" y luego toda una cortina de silencio; creo que mis cartas en las que ponía los puntos sobre las "íes" les desinflaron el pastel a los despistados "premies" peruanos de hoy. En verdad, da para invitarse un "chifita", como decimos aquí a la comida china, tan popular en mi ciudad, y olvidarse de esta farsa. No vale la pena creer en ceros a la izquierda. Espero que mi traducción, la que pude hacer, te sirva de algo. Saludos. Carlos.